Del 17 al 19 de Diciembre la familia se encontraba en Kaikoura. Entre varias actividades (suspendidas) lo más relevante fué cómo salieron a perseguir ballenas. Y porqué decidieron adelantar el tramo Kaikoura- Greymouth en 12 horas a través del paso Lewis
Whale Sick!
No hubo mejor manera de describir las sensaciones que lo resumido por Eloisa apenas bajados del paseo en catamarán Whale Watching:
Whale Sick!
Eloisa entusiasmada después de ver una sperm whale – Kailoura, New Zealand, Diciembre 2011
La familia lo enfrentó lo mejor que pudo, pero con sea sick infaltable (olitas de 1 metro) aún así se disfruto el paseo por el Pacífico a unas 8 millas (naúticas – no es por snob, sino por corazón de navegante) al Este de Kaikoura.
Esta empresa de balleneros ecológicos súper profesional se asegura que veas ballenas: sperm whales todo el año. Y para ello emplean aviones, se comunican con otros barcos y cada tanto paran y bajan el micrófono para escuchar el click click click de alguna ballena sperm whale volviendo de las profundidades después de almorzarse algún calamar gigante de hasta 18 metros de largo! [los que ya conocen al autor revolverán los ojos en conocimiento de su usual exageración, pero esto fué lo que contó el guía!]. De la península de Kaikoura hacia el este se extienden unos valles sumergidos de norte a sur que alcanzan los 2500 a 3000 metros de profundidad [n. de e.: aquí el autor exagera casi seguro porque lo escribe de memoria sin revisar una buena carta marina de la zona]. Corrientes marinas de aguas frías y cálidas producen esos mares llenos de vida como en las costas de la Patagonia o del lado chileno hasta Perú, o alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Estos fantásticos animales (los sperm whale se entiende) tienen la capacidad de poder sumergirse hasta lo más profundo de una fosa como las que hay en este lugar y dedicarse a comer calamares y cuanto otro pez se le cruce. Como más allá de los 300 metros de profundidad es oscuridad total los sperm whales usan su sonar para ubicar la presa y también para aturdirlas! [n. del e.: seguimos con las exageraciones].
En resumidas cuentas se vieron 2 ballenas, se aprendió un montón sobre la geografía, geología, ecología del lugar y de la biología y evolución de las ballenas. Hubo mareos, particularmente cuando se detiene el catamarán y se mira el horizonte a ver si se ve alguna ballena (que haga breaching! que haga breaching! uno piensa) pero se la pasó súper en la excursión.
A bordo del catamarán y Albertina en cubierta buscando ballenas – Kaikoura, New Zealand, Diciembre 2011
Ahab
Si alguien piensa que las actividades humanas no pueden alterar la biosfera mejor recordar sólo algunos casos de extinción de especies completas totalmente comprobadas: de millones de ballenas estimadas en la población total, en menos de 150 años fueron exterminadas, algunas al borde la extinción y hoy se estiman algunas poblaciones en miles o a lo sumo decenas de miles. Lo pensaría dos veces antes de negar el impacto del homo sapiens y sus actividades sobre el planeta Tierra (acabar no se va a acabar, tampoco la vida, y quizás permitamos la evolución del algún otro orden hoy menor, pero seguro no va a haber homo sapiens y futuros paleóntologos identificarán el siglo XXI como un nuevo evento de extinción masiva).
En un momento mientras se buscaba el segundo avistamiento el capitán dejó a los turistas quedarse en cubierta. Y Eloisa junto con su irresponsable padre aprovecharon para hacerser de un buen lugar en la proa. En un momento otro catamarán a menos de 1 Km y un helicóptero se sumaron a la búsqueda. Al siguiente instante la tripulación recoje el micróno del mar y el capitán anuncia que otra ballena va a aparecer en la superficie. Así que acelera a unos 20 knots y vira rápidamente hacia donde estiman que va a aparecer la ballena. El otro catamarán acelera también en la misma dirección y el helicóptero se sitúa rápidamente en una posición privilegiada. A partir de ese momento es observar el horizonte, aferrarse a la banda y equilibrar el cabeceo del barco con oleaje de frente. Sin hacerle caso a las ocasionales duchas de agua salada uno se concentra en ver dónde va a aparecer, a ver quién es el primero. Hasta que al final es “There!”, “Ahí!”, se mezclan las exclamaciones en diferentes idiomas. El capitán acelera el paso, la ballena está lejos para ser capturada en cada cámara digital. Hasta que al final se la alcanza, se reducen las revoluciones del motor y se la acompaña mientras toma aire, navega sin preocuparse por los que la rodean (quizás se sabe protegida), y ahí se arquea y se sumerje para su caza de profundidad y desaparece por los próximos 20 a 40 minutos…
Esa rompiente es la ballena! Más de cerca no quedan dudas. Ahora nada sin inmutarse mientras recupera el aliento, y ya es hora de ir a cazar de nuevo a las profundidades! Kaikoura, New Zealand, Diciembre 2011
Ahora sé cómo se sentía el capitán Ahab!
El equipo posa exitoso luego de la captura de 2 Sperm Whales – playa de Kaikoura, New Zeland, Diciembre 2011
el clima no nos perdonó
Kaikoura nos recibió con frío, lluvia y siempre nublado…
Se suspendieron lamentablemente el Dolphin Encounter y el Seal Swimming, actividades para toda lo familia (bueno, no para todos). Y el día anterior (Diciembre 18) ya se habían visitado las loberías, persiguido patos y otras aves y alimentado a los animales en la granja. No nos quedaba mucho para hacer.
Aprovechar la noche ya paga en el motel? O partir a las 4PM hacia el próximo destino? Después de unas deliberaciones la decisión del comando fué partir (a las 5PM) por la ruta 70, parte del Alpine Pacific Triangle hacia el Lewis Pass y el Oeste para llegar a Greymouth, exactamente unos 6 kilómetros al sur, Southbeach. Acortando en 2/3 la distancia que se pensaba hacer de un sólo tirón el 20 de Diciembre…
Nota del Editor: ruta 70 y otros landmarks a mano alzada por el autor. No usar como mapa!
Camino a Greymouth – En algún lugar cerca del Lewis Pass, New Zealand, Diciembre 2011
Un vistazo a SouthBeach al siguiente día después (Dicembre 20). La noche anterior a las 10:30PM no había mucho para ver… De día tampoco es muy prometedor, pero la playa dá para la meditación…
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