[Luego de Portugal, toda la familia se desplazó al hemisferio Sur: frío y húmedo, así nos recibió Buenos Aires en Julio 2011!]
Y fue Portugal, con sus panes y dulces, y su cerdo, y sus vinos, y nuestros fantásticos amigos que además son excelentes cocineros, y las madres de nuestros amigos además!
Y así nos fuimos de 89Kg a 93Kg cuando llegué a Argentina. Y en Argentina fué el clima que propicio el consumo de sabores tan argentinos como los alfajores de dulce de leche, las empanadas de carne o las salteñas, y el locro, y el puchero y las pastas!
Apenas llegados y con las valijas perdidas en la conexión Barajas-Pistarini nos fuimos raudos a Marini (cerró!), restaurant emblemático de un barrio tan porteño como Barrio Norte (seguro que Marini no sale en la Lonely Planet, pero que es contundente, lo es). Y achuras le fuimos a pedir/rogar al maestro asador con nuestros platos y cubiertos listos! Y agua con gas (no soda water – en APAC no es sparkling water), y el primer Malbec!
Y continuamos con otros asados argentinos, tan simple pero contundente, siempre regado por un buen Malbec mendocino o san juanino o rio negrino, que nada le tiene que envidiar a un Rioja o un Porto.
Y con pastas italianas en los restaurantes de la porteña Buenos Aires! Y cafecitos (“un expreso por favor”) con chocolates Havanna rellenos de dulce de leche!
Y entre asados Proustianos y más familiares pero igual de contundentes…
… nos fuimos de 93 a 95Kg! Y dejé de pesarme para no amargarme y para dejar un lugarcito para ese tiramisú tan tentador, y para ese flan con dulce de leche y crema. Hizo frio en el invierno de Buenos Aires del 2011…
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